Hay momentos en la vida en que, como decía aquél, si todo va mal, relájate que siempre puede ir peor.
Ayer, como colofón a una semana horrorosa con problemas de toda índole, recibí una terrible noticia. El fallecimiento de una mujer que, si bien no puedo definir como amiga (ojalá pudiera), era alguien a quien admiro, respeto y aprecio muchísimo, y lo digo en presente porque aunque ella ya no esté aquí, esos sentimientos seguirán vivos en mí.
Alguien que me dio una lección de valentía y fuerza en un momento muy difícil, demostrándome que con coraje, energía y fe en uno mismo podemos afrontar cualquier revés, sin rendirnos ni detenernos a lamentarnos por nuestra desgracia. Alguien que estoy segura de que luchó hasta el final con esa fuerza que la caracterizaba, y que todos los que la conocíamos veíamos fluir a borbotones de aquel cuerpo tan pequeño y tan grande a la vez.
Hoy estoy jodida, muy jodida, pero a pesar de eso, o precisamente por eso, levanto mi copa y brindo por una gran Señora, una gran Mujer y sobretodo una gran Persona. Va por ti, Carmen, nunca te olvidaré.
La fotografía que ilustra este post fue tomada por ella, La Dama.
Anastasia ©
27.11.2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario