domingo, 16 de febrero de 2014

Mi perra es putísima...

Eso me dice sonriendo, en tono de reproche pero con una mirada burlona. Zorra infinita! Mi perra es putísima... y tengo que admitir que me encanta escucharlo y no pierdo ocasión de buscar ese comentario. Me encanta porque sé que es lo que El disfruta y quiere de mí. Que zorree, que pendonee, que me haga desear. Que me vista elegante pero provocativa hasta para ir a comprar el pan, que mis labios siempre luzcan rojos y húmedos y mis escotes de vértigo, que me ponga tacones imposibles y me contonee al caminar. Le gusta principalmente porque sabe que disfruto haciéndolo, que me agrada jugar, seducir y sentirme admirada (es lo que tiene haber nacido así de pretenciosa y narcisista), pero nunca lo habría hecho por mí propio egocentrismo, si lo hago y lo gozo es únicamente porque sé que El quiere verme en esa actitud y la disfruta.

Cuando una ya tiene una edad, por mucho que haya aprendido a quererse tal y como es, tampoco se engaña. Se mira al espejo y encuentra decenas de características que podría mejorar. Igualmente, en sus puntuales momentos de reflexión, se da cuenta de que quedan muchos defectos por pulir, que demasiadas veces sale a relucir la niña caprichosa, la mujer celosa, la mandona metomentodo y porculera, la rebelde sin causa, la exigente, la altiva y prepotente, pero saber que existe una Persona que se siente orgullosa de ti tal y como eres, que no pretende cambiarte en su propio beneficio, que si modela alguna parte de tu identidad será porque eso te puede beneficiar; saber que le pones, le excitas, le sugieres, le motivas, hace mucho bien. Mucho. Provoca que, como decía días atrás, lleves siempre la sonrisa puesta, provoca que te sientas grande, fuerte, maravillosa. Y provoca, sobretodo, que sin darte cuenta, un día de repente, te sientas Suya.

Así es para mí un Amo. Pienso que ser Amo no consiste sólo en saber manejar la fusta, hacerse de rogar, actuar de forma severa y dictatorial, dar órdenes y provocar el llanto. Todo forma parte del paquete, claro que habrá momentos para ello, por supuesto, los hay para todo, pero no es ése su principal cometido. Su meta, y eso le diferencia de otros hombres no Dominantes, es ante todo hacer sentir especial y única a una mujer, fomentar la perra que todas llevamos dentro, demostrarle que confía en ella respetando sus espacios, apoyando sus iniciativas y empujándola a que haga aquello que la hace disfrutar. Ser Amo es más que mandar, torturar, humillar o usar, es también apoyar. No es castrar, es hacer crecer. No es limitar, es compartir y aprender. Es estar dispuesto a  recibir y también a entregar. No es rechazar, es acoger. Es ser honesto y valiente. Es darse.

No lo entiendo de otra forma, habrá quien no esté de acuerdo conmigo, habrá quien piense todo lo contrario. No es la biblia. Es mi biblia, así lo he vivido desde que nació Anastasia y así lo sigue viviendo Su Tasia, Su Kaxorra.

Anastasia ©


4 comentarios:

  1. Me gusta tambien esa sensacion de provocar a otros, sabiendo que soy propiedad de mi Amo y que soy inaccesible al resto. Ese era el juego de la puta, que como bien dices, todas llevamos dentro. Pero el juego puede convertirse en realidad y te demuestran que eres esa puta que nunca pensaste ser y que tampoco quieres ser ahora. Lo haces solo por El y pones tu cuerpo a disposicion de un desconocido comprobando lo que El te ha dicho, "que estas hecha para dar placer"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ryna, como te dije en el otro espacio, para mí ni para quien ha estado y está conmigo nunca ha pasado de ser un juego de seducción, jamás (y lo digo muy segura) lo llevaría más allá de un coqueteo o un zorreo incluso, de ningún modo y bajo ninguna circunstancia pondría mi cuerpo en manos de un desconocido y, para mi gran fortuna, tampoco quienes me han poseído desde el primero al actual, han estado dispuestos a compartirme. No obstante a eso, te reitero una vez más (y ya van 100) mi admiración por tener el valor de entregarte de esa forma y por supuesto a tu Amo por su capacidad para llevarte hasta ahí.

      Eliminar
  2. como siempre, tus reflexiones impecables.

    ResponderEliminar