sábado, 2 de agosto de 2014

Juventud y bdsm

Hace más de dos meses que no escribo nada en este espacio, básicamente porque a veces tengo la sensación de que he hablado tanto sobre mi perspectiva y mi vida bedesemeras, que creo que ya lo he dicho todo. Pero fíjate que siempre acaba apareciendo alguna cuestión que me motiva y, al hacer un repaso, observo que nunca he tratado ese tema, así que vamos allá.

Ayer, por casualidad y en un ámbito totalmente alejado de este mundo, conocí a una chica que está dando sus primeros pasos en el bdsm. La verdad es que, después de un rato de conversación, me sorprendió porque pese a su juventud y su inexperiencia, unos veintipocos años y algunos meses dando sus primeros pasos, me dió la impresión de que tenía las ideas muy claras. Sumamente claras, de hecho. Tiene perfectamente asumido lo que es y lo que, hoy por hoy, busca en el bdsm.

Supongo que a esa claridad de ideas contribuye que, tal y como me explicó, está bien rodeada de gente con los mismos impulsos, algunos también sin experiencia y otros con mucha, que están dispuestos a ayudarla a resolver dudas, a guiarla, incluso a darle lo que necesita en el aspecto físico cuando le hace falta.

Ciertamente es mucho más de lo que la mayoría nos encontramos al llegar a este mundo, así que de ninguna manera me atreví a darle ningún consejo (tampoco lo pidió, de hecho). Nos enseñamos fotos de nudos mutuos y hasta otra, ha sido un placer.

No obstante, y sin juzgar (como siempre), me pregunto... ¿Es bueno que alguien tan joven empiece a practicar bdsm?

Mi parte irracional y liberal responde, por supuesto! Si lo lleva dentro por qué ha de esperar? Pero mi parte racional de persona madura me recuerda que esto no deja de ser una perversión poco generalizada en el mundo real, una perversión sexual, para más señas, porque lo disfracemos de lo que lo disfracemos, la base, el proceso y el objetivo es sexual lo mires como lo mires. Creo, posiblemente esté en un error, no lo sé, hablo por mi experiencia y la de gente que conozco, que cuando entras en esta historia y la disfrutas, ya no hay marcha atrás. Y creo también que lo habitual, porque así está montada la sociedad, es tener una pareja convencional, hijos y demás. Conste que aunque pueda parecer reaccionaria, no es una cuestión de imagen, sino de realidad, así nos educan y así estamos en la rueda.

Teniendo en cuenta esas consideraciones, no me parece cuanto menos prudente entrar en este mundo antes de haber vivido todo lo que nos toca vivir, tanto en el aspecto social como en el propio aspecto sexual. Sé, es más, soy perfectamente consciente, de que hay quien llega a esto por aburrimiento del sexo convencional (me niego, no diré vainilla aunque tenga que repetir otros adjetivos) y hay quien lo lleva dentro desde niña, yo misma soy un ejemplo de ello, pero aun así, estoy contenta de haber llegado después de haber vivido lo habitual, para poder comparar, básicamente, no?

Porque digo yo, si te adentras en el bdsm después de un par de novietes y cuatro polvos de 20 años (que ya sabemos lo frustrantes que resultan a veces por mucho aguante que haya) y, como decía, disfrutas de estas prácticas, ya estás enganchad@ para los restos, y ¿entonces, qué? ¿Este será tu modo de vida para los siguientes 60 años? ¿O acabarás casándote y cumpliendo con la sociedad mientras mantienes tu relación con el bdsm al margen del mundo y de tu pareja? Porque aunque haberlos haylos, por supuesto, no es habitual que encuentres una pareja estable de convivencia y común paternidad en este ámbito... si hoy en día ya es difícil encontrarlo fuera, no te cuento aquí dentro y más teniendo en cuenta el elevadísimo índice de emparejad@s que corren por estos y otros lares.

No. Definitivamente no me parece aconsejable. Creo que son muchas las cosas que tenemos por vivir y muy poco tiempo para disfrutarlas todas, pero el suficiente en cada etapa para no tener necesidad de quemarlas a toda velocidad. Y pienso que si el bdsm es bueno, el sexo y la pareja convencional también lo son y creo que hay muchas, muchísimas experiencias más o menos gratificantes, pero vivencias al fin y al cabo, a las que renuncias en el momento que te adentras en un mundo que te llena y te satisface tanto como para no querer salir de él.

Soy consciente de que si me lee algún/a joven que esté en esta situación, me dirá que le compensa, seguro, que no necesitan otra cosa, pero no creo que tengan la capacidad de discernir si no han conocido el otro lado... y con veinte años, por mucho que creamos que lo sabemos todo, aun no tenemos idea ni de una ínfima parte de lo que la vida nos puede ofrecer.

Anastasia ©

3 comentarios:

  1. Jolines Anastasia, como siempre hablas muy sensatamente. Pero hoy en dia los jovenes quieren vivr rápidamente sin ver su futuro ni lo que les queda por delante. Yo por ejemplo a mis 37, sé a lo que he renunciado(la vida convencional como bien la señalas), ya que he comprendido que no me satisfaceria vivir en pareja y con un par de mocosos a mi alrededor...si no siendo libre y sometiendome o somentendo cuando se me apetece. Todo es respetable. Y como siempre, me encanta leerte.
    Un beso
    Yuki-Isuzu_ashura..Pilar

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  2. A eso me refiero, Isuzu, a darnos el derecho a elegir, pero sin conocer la otra parte se quitan ese derecho y nunca sabrán si realmente ésta era la mejor opción para ellos, como lo sabemos tú y yo. Gracias, guapa.

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  3. Hola Anastasia Me alegro que vuelvas a escribir Lo que escribes me toca muy de cerca. Si bien no era una niña cuando entre en el BDSM, estaba a punto de cumplir 28 años, a veces pienso que era demasiado pronto. En casi todos los círculos que me muevo las sumisas son mayores que yo y por supuesto los Amos. He descubierto mi alma sumisa contra la que llevo luchando casi un año y se que es mi naturaleza. Además es algo adictivo que me tiene enganchada. El me lleva cada vez mas lejos y yo le sigo. Cada vez veo mas lejano el interés por otro tipo de relaciones.
    No tiene sentido pensar que haría si volviese atrás, ni sabría que recomendar a una niña que me pidiese consejo. Daria igual, si es de alma sumisa y ha encontrado la mano guía adecuada la seguirá hasta el infierno y allí nos encontraremos

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